Cuando cultivamos un huerto tenemos que estar pendientes de la proliferación de plagas, sean hongos como es el caso del oídio o de animales como es el caso de caracoles y babosas. En este caso vamos a tratar el oídio.
¿Qué es el oídio?:
También llamado blanquilla o cenicilla, esta plaga está producida por hongos. El oídio afecta prácticamente a todas las hortalizas y a las plantas de fresas.
¿Por qué se produce el oídio?
Las razones principales tienen que ver sobre todo con el ambiente:
- Poca luz o exceso de humedad hacen que aparezca el oídio.
- Un exceso de hojas provoca poca ventilación de la planta.
- También influye el abonado si está excesivamente cargado de nitrógeno ya que la planta necesita más agua.
Cómo saber si nuestras plantas están infectadas de oídio:
Lo primero es reconocer la plaga, y en el caso del oídio es tan simple como observar que las hojas de las plantas comienzan a tener una capa blanquecina – grisácea.
El oídio comienza en las hojas, pero si no lo tratamos a tiempo se extenderá al tallo y al fruto.
¿Cómo se trata el oídio?
Vamos a distinguir según el periodo en el que nos encontremos de la estación. Si estamos a principio o mediados de la temporada de huerto, lo trataremos con un producto a base de azufre, en polvo o pulverizado. Y si estamos a final de la temporada de huerto, arrancaremos las hojas infectadas por oídio y las quemaremos para evitar cualquier contagio posterior.
Los tratamientos a base de cobre y azufre son los únicos productos considerados de naturaleza química que tiene en cuenta la agricultura biológica.
También el tratamiento con cola de caballo funciona muy bien para eliminar el oídio. Tan fácil como hervir 1 litro de agua con 20 grs. de cola de caballo, filtrar la disolución, diluirla en agua al 20% y pulverizar las plantas cada diez o o quince días a pleno sol y durante 3 días consecutivos.
Podar la planta para que las hojas estén aireadas es una forma natural de evitar la aparición del oídio.
Fresanas, cultiva tu salud.